No lo habríamos hecho mejor
Cuando el Hospital Clínic nos encargó hacer una campaña de concienciación sobre el trasplante de riñón de donante vivo, enseguida vimos que nada tendría más valor que el testimonio auténtico de los protagonistas de un trasplante. Porque cualquier cosa que pudieran decir era mucho más valiosa que cualquier frase creada para la campaña. Así que decidimos no crear ninguna pieza de comunicación que no viniera de sus palabras. Sí, nos hicieron el trabajo. Y lo hicieron realmente bien. Creamos piezas para redes donde podías ver conversaciones entre padres e hijos, hermanos, hermanas, matrimonios, e incluso amigos. Historias muy distintas que coincidían en un mensaje: dar un riñón es la mejor decisión que podrían haber tomado. Ya veis. Nos lo pusieron muy fácil. Solo había que encender la cámara.
“Si tenemos dos riñones, es para dar uno”. Ninguno de nosotros se atrevería a decir algo así. Pero ellos sí. Receptores y donantes hablaron sin tapujos del miedo que sintieron al hacer entrar a un familiar o amigo a un quirófano, o del amor que los llevó a hacer un gesto tan generoso como dar su riñón. Así nació “El lugar donde el amor cura el miedo”. Porque algo tan grande como el miedo solo podía ser vencido por algo igual de grande: el amor.
La campaña solo pretendió ser un altavoz, un potenciador, basándose en las lecciones de vida de los testimonios y en la admiración con la que observamos a sus tres protagonistas: donantes, pacientes y especialistas médicos. Para potenciar la autenticidad de cada historia, juntamos a los tres en el lugar donde pasó todo, un quirófano. Un lugar aparentemente frío, en el que se generó sin embargo un ambiente íntimo, para que los sentimientos y emociones pudiesen brotar de forma natural.
La campaña tuvo una acogida excepcional entre el público general, así como por parte de la comunidad médica del Hospital Clínic, institución médica y académica intachable y referente en este tipo de trasplantes.